sábado, 24 de marzo de 2012

Un día proclamamos


que no había límites
lo dictamos como ley
y jurando en piel creímos
que el conjuro involucraba
a nuestro amor pero olvidamos
deshacerlo de demonios

y nuestras inexpertas manos acercaron
como entrañas muertas de hambre
a la tormenta enfebrecida
            de los celos como agujas
            de la angustia esa que orada
            y dolor del que persiste
y nuestros corazones inundados
en vano buscaron
un camino de regreso
que el viento había borrado

pedí al cielo la gracia
de no volver a verte

hasta logré ver las flores
coronando tu tumba en el bosque
rodeada de niebla y de montañas
el amor sigue ahí (al final teníamos razón)
nosotros hemos traicionado.
Imagen de Artem Tschaikowsky tomada de aquí.

viernes, 2 de marzo de 2012

Llueve


y quisiera ser verde
como ese liquidámbar
que recibe las gotas de lluvia
en cada hoja en cada tallo
alborotados por el viento

llueve
y quisiera estar bajo ese cielo
y extender los brazos
en cientos de hojas agradecidas
radiantes conmovidas verdes
y tener los pies en esta tierra
y que siguiera lloviendo

llueve
y quisiera juguetear con el agua y el viento
en hojas y raíces 
en ramas y flores
y hacer votos para que no nos fuéramos
ni la lluvia ni el viento
ni el verde ni yo.